BLANCO: (yang). Es un color que está asociado a la luz y
a la luminosidad; a la limpieza y a la claridad, a la pureza y a las causas
positivas.
Por ello es recomendado para las meditaciones.
Las personas que
prefieren este color, gusta mucho de la frescura, la franqueza y la nobleza de
sentimientos.
Se trata, casi siempre, de una persona exigente, que presta
atención a los detalles más pequeños.
Es característico de personas con un
temperamento neutral, amantes de la justicia y del equilibrio. El blanco
sugiere paz, sosiego, armonía, calma.
Es un color optimista y espiritual.
Es
un color muy versátil que favorece a cualquier mujer y que nos ayudará a
resaltar nuestro bonito bronceado, y que además podemos lucir en las veladas
más especiales y románticas, para ir a la playa o para acudir a nuestra
oficina.
Cualquier excusa puede ser buena para escoger el blanco como la
estrella de cualquier look.
La ropa blanca es muy bonita, pero después de utilizarla
varias veces va perdiendo su blancura y acaba cogiendo un color amarillento.
Consejos de la abuela: Para blanquear la ropa en general,
para blanquear naturalmente se debe añadir al detergente habitual el jugo de 2
limones y 1 puñado de sal. Se reforzará
el efecto de estos blanqueantes naturales si se deja secar la ropa al Sol.
*Blanquear la lana - Para evitar que la lana blanca se
vuelva amarilla, se debe: lavar la prenda con agua fría y detergente para ropa delicada y luego añadir al aclarado el
agua 3 cucharadas soperas de agua oxigenada.
*Blanquear camisas - Después de lavar las camisas, se
debe sumergirlas en agua oxigenada a la que se habrá añadido un poco de agua
para rebajarla. Se debe dejar en remojo menos de siete minutos y después se
enjuaga.
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